Más de 30 mil guatemaltecos fueron retornados de Estados Unidos y México desde marzo a diciembre de 2020, los meses más duros de la pandemia por COVID-19. De estos, por lo menos 4,718 eran niñas, niños y adolescentes. 

Además de los retos implícitos a la pandemia, los chapines retornados experimentaron desafíos que se han convertido en constantes y que deben ser atendidos por las políticas públicas nacionales. 


En el informeRetos que enfrentan los migrantes retornados en el marco de la pandemia del COVID-19” (ASIES, 2022), Jonathan Menkos afirmó: “Las personas retornadas encuentran las mismas condiciones que les hicieron irse, la carencia de fuentes de empleo, bienes y servicios. Vienen y encuentran básicamente el mismo país. Programas de capacitación y de reinserción laboral, cierta asistencia y protección social son elementos importantes para el retorno de personas migrantes al país”.

Entonces, ¿en qué aspectos deberían centrarse esas políticas públicas que harían más fácil el retorno de guatemaltecos que emigraron?

  • Las oportunidades son cruciales

Los migrantes salen del país generalmente por falta de oportunidades laborales, pero la realidad de los retornados no es muy diferente. Sin embargo, con la pandemia esto se acentuó debido a que muchos negocios debieron cerrar y un gran número de guatemaltecos debieron dedicarse al trabajo informal o a la venta de productos y servicios para satisfacer necesidades vitales.

  • Aprovechar los aprendizajes adquiridos en el extranjero

Al retornar, muchos guatemaltecos poseen habilidades que adquirieron mientras trabajaban en Estados Unidos. Sin embargo, no hay ninguna alternativa de certificarlas y que estas incidan en que puedan desarrollarlas a nivel local en sus comunidades.

Al no tener evidencia de ese diferencial que podría abrirles camino en el mercado laboral, los migrantes retornados se ven obligados a pensar nuevamente en una migración interna a zonas urbanas o bien, partir nuevamente hacia el extranjero.

  • Se necesita acompañamiento psicosocial

Quienes fueron retornados durante la pandemia enfrentaron estigmas adicionales a los que normalmente enfrentan. Por ejemplo, hay una idea equivocada por la que muchos piensan que los migrantes que están de vuelta fueron expulsados por algún delito.

Durante la pandemia, a este prejuicio se sumó la idea que quienes volvían de Estados Unidos o México, estaban contagiados de COVID-19 o habían estado expuestos al virus. 

En cualquiera de los casos, los migrantes necesitan acompañamiento psicosocial para superar estos estigmas que muchas veces se acrecientan si se ha sufrido encarcelación, violencia y discriminación. 

  • Debe atenderse un posible sentimiento de fracaso

El retorno, ya sea voluntario o forzado, puede significar “un fracaso” para la persona retornada. Por esta razón es importante contar con programas e instituciones que brinden una atención integral.

Generalmente, es la familia quien suple esta función y se convierte en el mejor apoyo de un retornado. Sin embargo, es importante que también las instituciones públicas den un seguimiento adecuado en las necesidades laborales, económicas, sociales y psicosociales. 

* Este artículo se basa en el informe “Retos que enfrentan los migrantes retornados en el marco de la pandemia del COVID-19. Principales recomendaciones de política pública para la atención de las personas retornadas”. (ASIES, 2022)

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