Tomando en cuenta el incremento de migración irregular desde la región centroamericana, especialmente desde los países del norte del istmo (Guatemala, El Salvador y Honduras) hacia Estados Unidos, así como las políticas migratorias implementadas por este último, expertos de la región se reunieron en Guatemala los días 5 y 6 de diciembre de 2019 para intercambiar conocimientos y determinar potenciales aportes de los centros de pensamiento a la situación.

Durante dos días, representantes de centros de pensamiento de El Salvador, Honduras, México, Estados Unidos y Guatemala compartieron información disponible y experiencias sobre la situación migratoria en los países del norte de Centroamérica y el sur de México, que tiene entre sus causas la debilidad institucional de los Estados, que no logran atender las necesidades de toda su población; la desaceleración económica; desempleo o empleo precario, que no ofrece oportunidades para vivir con dignidad; violencia y extorsiones; reunificación familiar, y otras.

Asimismo, analizaron las implicaciones de las políticas migratorias de Estados Unidos y los acuerdos bilaterales promovidos por este con los países de la región, cuyos impactos y mecanismos de implementación son poco conocidos, pero ponen a prueba la institucionalidad pública.

Los expertos señalaron que, frente a estas negociaciones, es necesario mejorar la comunicación y coordinación entre los tres gobiernos centroamericanos, y entre ellos con México.

El incremento de detenciones y deportaciones de centroamericanos en Estados Unidos representa una realidad compleja, que genera consecuencias económicas, sociales, políticas y culturales para sus lugares de origen, y establece un reto para las políticas públicas de cada país, que hasta ahora han sido insuficientes.

Sin embargo, es necesario fortalecer la información estadística sobre el fenómeno, para comprender las causas y particularidades de la migración, a fin de formular políticas públicas que atiendan las complejidades que llevan a las personas a dejar sus comunidades en busca de mejores oportunidades.

Por esto, los expertos recomiendan, como puntos de partida:

  • Mejorar la información existente, para tomar decisiones acertadas. Esto implica mayor inversión de los gobiernos y cooperantes en investigación y estadística confiable, pero también esfuerzos conjuntos de los centros de pensamiento para identificar y llenar vacíos de información.
  • Identificar perfiles y mapas de la migración que permitan conocer las características, demografía, particularidades y complejidades de la migración, no solo en las comunidades de origen sino también en los lugares de tránsito y destino, con consideración a lo intercultural cuando corresponda. También, hacer un inventario de las necesidades de los retornados, para su efectiva reincorporación sociolaboral.
  • Identificar actores que hacen investigación en la materia, organizaciones de sociedad civil involucradas en el tema y tomadores de decisión claves en la región.
  • Transparencia y acceso a información pública. Gobierno abierto y aprovechamiento de tecnología para facilitar acceso a información.
  • Abordar el tema desde una óptica de derechos humanos. Garantizar condiciones de vida digna a la población, para la migración sea un derecho y no una obligación. Pero, en el caso de que la migración ocurra, asegurar la protección de los derechos de las personas y su seguridad en el tránsito y destino. Esto incluye también, derechos laborales, como la contratación equitativa, incluyendo visas que pueden ser transitorias.
  • Atención prioritaria a jóvenes: formación para el empleo y generación de circuitos económicos locales que incluyan innovaciones tecnológicas.
  • Políticas públicas regionales, articuladas, pues se trata de un problema que trasciende fronteras. Colaboración entre actores involucrados.

De igual forma, se comprometen a coordinar para concentrar esfuerzos; conocer al migrante; conocer al retornado y sus posibilidades; crear una red de interesados en el tema, y presionar por transparencia en la información pública.

El encuentro fue organizado por la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES), con apoyo de la Fundación Konrad Adenauer. Participaron también representantes de la Fundación Dr. Guillermo Manuel Ungo (FUNDAUNGO) y la Fundación Nacional para el Desarrollo (FUNDE), de El Salvador; la Fundación para la Inversión y Desarrollo de Exportaciones (FIDE) y el Foro Social de Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (FOSDEH), de Honduras; el Centro de Investigación y Docencia Económicas A.C. (CIDE), de México; la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), la Iniciativa Puente Norte, y el Instituto de Estudios Interétnicos de la Universidad de San Carlos, de Guatemala, y el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC), de Canadá.

También participaron como conferencistas, María Castro, subdirectora de la Sede Subregional de la CEPAL en México; Laura Porras, asociada del Programa de Migración, Remesas y Desarrollo del Diálogo Interamericano, de EE. UU.; Dirk Bornschein, coordinador del Programa Migración y Desarrollo de FLACSO sede académica Guatemala, y Eduardo Stein, vicepresidente de la Junta Directiva de ASIES.

 

ASIES

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