Siglo 21 Sección: Un punto de vista Página:

 

Condiciones para crear empleo

En la propuesta que elaboramos en Asíes, titulada En busca del trabajo decente, señalamos que se deben atender varias condiciones que son indispensables para la creación de empleo. La primera se refiere al crecimiento económico. Esta es una condición necesaria para el desarrollo, aunque nunca está de más recordarlo, no es suficiente por sí sola.

Guatemala ha tenido en los últimos 15 años una tasa promedio de crecimiento del producto interno bruto (PIB) que no llega a rebasar el 4% anual. Dicha tasa apenas compensa la tasa de crecimiento de la población, que es de alrededor del 2.4% anual (una de las más
altas de América Latina).

En los Acuerdos de Paz se planteó una meta de crecimiento sostenido anual del 6%, pero a partir de 1996 solamente en un año (2007) fue superada esa meta, al alcanzar 6.3%.

Las autoridades monetarias y los gobiernos de turno se complacen en señalar cada año que el país es exitoso en materia de crecimiento, pues lo comparan con los promedios alcanzados con las economías desarrolladas y latinoamericanas.

Incluso, a principios de año, el presidente del Banco de Guatemala manifestó que con las expectativas de 4.1% para este año la economía crecería a un nivel muy cercano de su potencial. Según la Fundación Libertad y Desarrollo, el ideal de crecimiento para Guatemala sería de 8.4% anual, por lo que deberíamos lograr una tasa del 8.4% anual.

Cabe subrayar, como apunta dicha fundación, que en los últimos 50 años, solamente en dos ocasiones logramos tasas de esa magnitud: 9.5% en 1963 y 8.8% en 1968.

Esos años son parte de lo que muchos denominan la “época dorada” del Mercado Común
Centroamericano, cuando nuestro mercado se amplió a los cuatro países centroamericanos, pero también se amplió internamente, gracias al proceso de industrialización.

Diversos factores se constituyen en frenos para el crecimiento económico, manteniéndonos en esas tasas mediocres. De sobra las conocemos todos los guatemaltecos, pues las vivimos diariamente: la inseguridad, la corrupción que campea por todas partes, la deficiente infraestructura vial, las dificultades para la circulación de personas y de productos, los trámites burocráticos, el bajo nivel de cualificación de la mano de obra.

Pero considero, y así lo estiman numerosos estudios, incluso del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, que el principal freno para el crecimiento económico que existe en nuestro país es el elevado nivel de desigualdad en la distribución del ingreso, que es también causa de la desigualdad en materia de oportunidades.

La excesiva concentración de riqueza existente en Guatemala impide el aumento del mercado interno, que es actualmente el principal impulsor del crecimiento (80% del PIB está representado por el consumo).

Pero ese consumo encuentra rápidamente su límite, debido a los precarios ingresos de la población laboral de Guatemala, que no pueden ser compensados con políticas sociales asistencialistas, como los bonos, las bolsas y los comedores seguros. Es necesario tomar medidas orientadas de forma directa a la reducción de la desigualdad.

Un instrumento es la política fiscal, cuando garantiza a la población, especialmente a los sectores de menores ingresos, servicios de educación y de salud, gratuitos y de calidad.

El otro, quizá el más importante, es un empleo dignamente remunerado, para mejorar la participación del trabajo en la distribución de la riqueza. En caso contrario, nuestro potencial de crecimiento será siempre modesto, y la pobreza únicamente se reducirá a cuenta gotas.

ASIES

Artículos Relacionados

©2018 ASIES Todos los derechos reservados. Realizado por Garber 2018