Un crecimiento económico con bienestar social requiere de seguridad

Pedro Prado / ASIES

Para mejorar el clima de negocios, además de los esfuerzos realizados respecto a facilitar trámites, es necesaria una importante inversión en el sector de la seguridad. Se han dejado de crear más empresas o ampliar las existentes por dedicar un significativo monto de recursos a medidas de protección. De acuerdo al registro de las variables relacionadas a los recursos económicos que las empresas han destinado para protegerse de la inseguridad en relación a sus costos totales, las Encuestas Empresariales de ASIES han determinado que durante el período 2009-2013, este indicador ha oscilado entre 9 y 15%, como último dato observado para el mes de julio de 2013.

Las empresas que cumplen con sus obligaciones tributarias y laborales, han debido incluir dentro de sus costos, recursos para su seguridad que poco a poco han cobrado mayor relevancia. Pese a que ha crecido el número de empresas privadas de seguridad, pocas cumplen en su totalidad con lo que legalmente les corresponde para su funcionamiento y con la demanda de los usuarios, por lo que el problema de la inseguridad prevalece.

Se requiere de un entorno más seguro para alcanzar el desarrollo.

Por eso son urgentes acciones complementarias efectivas para su solución, que requieren de la participación conjunta de los actores sociales, con el fin de lograr en el corto plazo, un efectivo desempeño económico en un entorno más seguro que resulte en bienestar social. Esta es razón suficiente que justifica el incremento de recursos públicos al sector seguridad y que los mismos sean utilizados con eficacia.Si bien es una obligación del Estado, los recursos públicos de los que dispone para atender este problema son escasos. El Ministerio de Gobernación para este año cuenta con un presupuesto de Q 4,427.54 millones, de los cuales un porcentaje significativo es destinando al programa presupuestario “servicios de seguridad a las personas y su patrimonio”. Sin embargo, se requiere de más financiamiento para inversión en equipo, capacitación de personal, remuneraciones adecuadas, entre otros. El problema de la inseguridad también tiene un impacto negativo en otras áreas del gasto público, por ejemplo en el sector salud, dado que los casos atendidos en los diferentes hospitales y centros de salud, producto de la violencia, han restado recursos valiosos a la salud preventiva.