El Foro Guatemala, ante la problemática migratoria

El Foro Guatemala, ante la compleja y difícil problemática migratoria actual, expresa:

1. Somos conscientes de que en el marco de los problemas, desigualdades internas, rezagos, insuficiencias, pobreza y pobreza extrema, inseguridad, debilidades institucionales y las complejidades regionales que enfrenta nuestra sociedad, se ha catapultado a un primerísimo plano la difícil problemática compartida de la migración irregular hacia los Estados Unidos de América, no solamente por la intensificación de los desplazamientos masivos desde los tres países centroamericanos del llamado Triángulo Norte hacia la frontera sur de aquel país, sino también a causa de la firma de un Acuerdo de cooperación entre los Gobiernos de Guatemala y los Estados Unidos de América para albergar temporalmente en nuestro territorio a los solicitantes de asilo en los Estados Unidos, de diversas nacionalidades, en lo que duran sus trámites allá. Lo cual equivale a convertir a nuestra Patria en lo que se conoce como un “Tercer País Seguro”.
2. Múltiples voces se han manifestado ya sobre la falta de condiciones y capacidades en Guatemala: financieras, institucionales, técnicas, procedimentales, de recursos humanos, de infraestructura y de seguridad, para hacer frente a estos requerimientos, que se pretenden subsanar con aportes de cooperación internacional. También han surgido dudas y objeciones judiciales tanto en los Estados Unidos de América como en Guatemala sobre diversos aspectos de la legalidad en que el Acuerdo ha sido pactado. Es importante conocer más sobre el contenido de lo pactado y los anexos administrativos de su implementación, en los que sin duda se encuentran elementos sustanciales de implementación que pueden darnos una visión más precisa y objetiva sobre aquello a lo que nos estaríamos enfrentando.
3. Más allá de estos interrogantes y preocupaciones, las Instituciones firmantes miembros del Foro Guatemala queremos expresar nuestra comprensión y nuestra solidaridad para aquellos connacionales guatemaltecos y para con los vecinos salvadoreños y hondureños que ya optaron por abandonar sus países y decidieron aventurarse a la ruta de una migración irregular, motivados por la falta de oportunidades y de ingresos para una vida digna, por las precariedades extremas y la falta de servicios básicos, y por la violencia e inseguridad en sus territorios.
4. Reconocemos en ello que como sociedades no hemos sido capaces de brindar esas opciones para desarrollarse en sus propios lugares de origen y en sus propios países. *Estamos obligados a esforzarnos internamente a generar las oportunidades de desarrollo, empleo y servicios básicos, que permita a nuestros conciudadanos y vecinos florecer como sociedades libres y realmente democráticas, en condiciones de seguridad humana y en un marco de un verdadero Estado de derecho con la debida estabilidad política. En ello tanto los gobiernos como las sociedades debemos asumir nuestras respectivas responsabilidades.
5. No ignoramos la intensidad con que estos fenómenos se han agravado en fechas recientes para los sistemas de acogida en el norte, pero nos permitimos insistir en que la búsqueda de soluciones constructivas y duraderas no puede partir de imposiciones unilaterales, indebidas presiones económicas, ni amenazas de penalizar las remesas o impedir los viajes debidamente documentados: debe ser necesariamente abordada de forma integral y regionalmente, y no solamente desde la perspectiva de la seguridad nacional sino sobre todo desde la perspectiva del desarrollo. Y debe implicar un trato respetuoso hacia todos los pueblos y países concernidos e involucrados en esa búsqueda de soluciones dignas y duraderas.
6. Solamente así podremos garantizar que la migración sea realmente una opción y un derecho, que se realice de forma ordenada, y no el resultado de faltantes extremos y graves riesgos de inseguridad y violencia.

Ciudad de Guatemala, 8 de agosto de 2019.