Fecha:  21/Jul/2014   Periódico: Diario de Centroamérica   Sección: Nacionales   Pagina: 2

En los primeros 6 meses de 2014, las autoridades guatemaltecas extraditaron a 11 individuos hacia Estados Unidos y Honduras, naciones que los reclamaban por delitos relacionados con narcotráfico y trata de personas.
Uno de los casos emblemáticos fue el del presunto capo guatemalteco Juan Alberto Ortiz, alias Chamalé, quien era reclamado por el estado de Florida, Estados Unidos, por este tipo de actividades delictivas.

El proceso fue autorizado por el Tribunal Quinto Penal, y dentro de la acusación de la Justicia norteamericana era catalogado como el Amo del Pacífico, vinculándolo al Cártel de Sinaloa, el cual  era dirigido por Joaquín el Chapo Guzmán.
Desde los 15 años, Ortiz López laboró como peón en una finca, donde aprendió el negocio de la droga. Fue arrestado el 30 de marzo del 2011 en la colonia El Maestro, Quetzaltenango.

El Patriarca
El 18 de marzo abandonó el territorio nacional Waldemar Lorenzana Lima, alias el Patriarca, luego de ser entregado a agentes estadounidenses, quienes lo trasladaron a una corte en la ciudad de New York, por su presunta vinculación con cárteles colombianos y mexicanos.

Las pesquisas revelan que la estructura dirigida por Lorenzana Lima recibía droga proveniente de Colombia, que era entregada en territorio mexicano a los integrantes del Cártel de Sinaloa, actividad que se extendió hasta 2003.
El Tribunal Tercero de Sentencia dio luz verde a su extradición el 6 de agosto de 2012. En los expedientes se detallan sus nexos con la organización que dirigía Otto Herrera, detenido en el citado país del norte por tráfico de droga.

Lorenzana Lima utilizaba sus empresas meloneras y de transportes para ocultar el traslado de los estupefacientes que recibía de grupos colombianos. También extendió sus vínculos con la agrupación de Horst Overdick Mejía, alias el Tigre, que tenía en Cobán, Alta Verapaz, su base de operaciones.
De acuerdo con el Departamento Antidrogas de EE. UU. (DEA), también se señala a la familia Lorenzana de empezar sus nexos con el Chapo Guzmán, por medio de Herrera García.

El Rey de la Heroína
En la primera semana de marzo fue extraditado Ángelo Paolo Alpírez García, requerido por el Distrito de Columbia, quien lo identifica como un traficante de heroína. De acuerdo con las investigaciones, el estupefaciente era enviado por medio de servicios de mensajería, simulando en ocasiones ser barras de chocolate.
Por lo anterior, la Fiscalía norteamericana le imputa delitos relacionados con el tráfico de drogas. Dicho proceso lo conoció el Tribunal Tercero Penal, el cual  autorizó la extradición, luego de que el presunto narcotraficante aceptara ser procesado en aquel país, aduciendo ser inocente. Alpírez fue capturado en Santa Lucía Milpas Altas, Sacatepéquez, el 7 de febrero.

El Gordo Estrada
También se efectuó la entrega de Érick Leonel Estrada Reyes, presunto narcotraficante. El Distrito Este de Virginia, Estados Unidos, lo solicitaba desde el 26 de enero de 2011, por el delito de asociación delictuosa para elaborar y distribuir seudoefedrina.
Según las pesquisas, Estrada sería responsable del ingreso de dicho compuesto a territorio guatemalteco, y posteriormente de entregarlo a grupos de narcotraficantes mexicanos.
Además, ese mes fueron enviados a la Justicia de EE. UU. Pablo Daniel López Cardona y Baltazar Delgado Ríos, ambos sindicados de tráfico de drogas.

La mañana del 14 de mayo, David Enrique Dardón López fue entregado para que enfrente a la Justicia norteamericana, que lo reclama por conspiración para distribución y posesión de cocaína y heroína.

En el historial policíaco se registra que Dardón López fue aprehendido en 2011 junto con un ciudadano estadounidense, por haber intentado ingresar al país, sin declarar, US $70 mil, equivalentes a Q560 mil. En abril pasado fueron extraditados los hermanos Abigail y Amadeo Juncos, por narcotráfico.

La Reina de las Anfetaminas
Tania Solís Castillo, conocida como la Reina de las Anfetaminas, fue extraditada de Guatemala a Honduras en marzo, acusada de tráfico internacional de drogas y crimen organizado.
El 17 de febrero también fue solicitada por la Justicia de EE. UU. la colombiana Sonia Cruz, alias la Mona, supuesta cabecilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), por delitos relacionados con el  tráfico de drogas.

Acciones frenan entregas
Las acciones interpuestas por los defensores de los guatemaltecos que están pendientes de enfrentar a la Justicia de otros países dejan en impasse la entrega.
Desde febrero de 2012, el Tribunal Tercero Penal, a cargo de Saúl Álvarez, dio luz verde a la extradición de Elio Elixánder Lorenzana Cordón, quien a la fecha aún permanece en el territorio guatemalteco, debido a que existen 2 amparos  interpuestos por su defensa pendientes de resolverse.

Lorenzana Cordón es reclamado en Estados Unidos por el delito de conspiración para distribuir estupefacientes. La Corte Distrital de Columbia lo sindica de almacenar y transportar droga vía terrestre.
Según el juez a cargo de la extradición, Saúl Álvarez, y de acuerdo con las pesquisas de la unidad antinarcótica estadounidense, la organización es investigada desde 1999.
De acuerdo con el expediente, existe vinculación con Otto Herrera, quien es señalado de haber liderado el Cártel del Golfo en Guatemala, y quien enfrenta 92 cargos relacionados con  narcotráfico y por contratar grupos para las actividades ilícitas, entre los que resalta la familia Lorenzana.

Para Adolfo Alarcón, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales, los procesos de extradición están sujetos a todo tipo de acciones. “El problema es que se abusa de los recursos legales y origina retraso en hacer efectivas las extradiciones”, destacó.

Embargan bienes
En el Juzgado de Extinción de Dominio, a cargo de Marco Antonio Villeda, están los expedientes sobre 16 inmuebles propiedad de la familia Lorenzana, los cuales se encuentran inmovilizados para evitar que pasen a terceros.
Las pesquisas por parte de la Unidad de Extinción de Dominio, del Ministerio Público, están en su fase final, a un paso de que se inicie el juicio, con el fin de que los bienes declarados en favor del Estado.