E&N Sección: Finanzas 

 

Crece microfinanciamiento, pero no llega a los más pobres

A pesar de su contribución a las economías centroamericanas, las microe-mpresas subsisten sin apoyo de la banca, microfinancieras y cooperativas.

1827

Por Velia Jaramillo, estrategiaynegocios.net

El sector de las microfinanzas crece, reconocen expertos, pero compite en los mismos segmentos urbanos entre una incipiente clase media. A los más pequeños y a los residentes en las co-munidades más remotas, pocos llegan. Hay grandes núcleos desatendidos.

Según el estudio Inclusión financiera en América Latina y el Caribe: datos y tendencias, elaborado por el Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el sector de microfinanzas en América y el Caribe registra más de 22 millones de clientes atendidos, con una cartera de US$40.000 millones.

Dichos créditos, precisa el informe publicado en diciembre de 2014, fueron otorgados por 1.061 instituciones —incluyendo bancos, cooperativas e institucio-nes no bancarias, reguladas y no sujetas a regulación y supervisión de autoridad financiera— por un monto promedio de US$1.813.

Un crecimiento importante, si se considera que hasta 2010 el sector microfinanciero en América Latina movilizaba US$27.000 millones, atendiendo a 13 millones de usuarios, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en su informe El futuro de las microfinanzas en América Latina.

En Centroamérica, de acuerdo con la Red Centroamericana y del Caribe de Microfinanzas, (Redcamif), a junio de 2014, las organizaciones de la red atendieron a 687.000 clientes; al mismo período, la totalidad de la cartera crediticia ascendió a US$890.017 millo-nes (apenas un 0,42% del PIB regional).

Si bien la cartera crediticia del sector microfinanciero crece, su alcance es aún muy limitado frente a un poderoso sector microemprendedor cuyas necesidades no son servidas en su mayor parte por estas instituciones. Datos de Cepal-GTZ citados por la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (Sieca) en el estudio La importancia del sector microfinanciero en Centroamérica, destacan que el sector mypime representa más del 90% de la estructura empresarial de la región y contribuye con entre el 20% y el 50% del PIB.

Un ejemplo: en Guatemala, según el Ministerio de Economía, el sector de microfinanzas cuenta con 1,5 millones de usuarios y una cartera de US$1.125 millones. Las micro, pequeñas y medianas empresas aportan más del 45% al Producto Interno Bruto (PIB) y absorben alrededor del 85% de empleos informales del país. De la cartera total de microcrédito el 62% corresponde a las cooperativas, el 20% a los bancos y el 18% a las instituciones microfinancieras (IMF).

Representacion-de-los-pueblos-de-Honduras-en-artesanías-del-Mercado-Guamilito(800x600)

“Muchas instituciones de microfinanzas han surgido por la necesidad de los usuarios de microcrédito de contar con una entidad que les otorgue financiamiento, incluso algunos han aportado recursos para la creación de las entidades, buscando compensar la dificultad generalizada en todos los países para obte-ner créditos bancarios, porque las operaciones de los bancos tienen que enmarcarse dentro de legislacio-nes rígidas en materia de controles de riesgo”, exponen los investigadores Carlos González, Pedro Prado y Juan Pablo Pira en el informe Las microfinanzas en el desempeño de las mypime, publicado por la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies). Para las microempresas, el acceso al financiamiento bajo condiciones adecuadas puede traducirse en el crecimiento y la formalización del negocio, de ahí la importancia de que, con políticas públicas, se contri-buya a la sostenibilidad de las microfinancieras”, des-tacan los expertos.

En Guatemala, hasta hace algunos años, el microcrédito era atendido solamente por las cooperativas de ahorro y crédito y las IMF; sin embargo, gradualmente este estrato de usuarios de crédito ha ido captando la atención de los bancos del sistema, que han creado divisiones de microcrédito, plantean los investigadores de Asies.

No obstante, las instituciones bancarias ofrecen microcréditos por un mínimo de US$21.000, límite que les impone la Junta Monetaria, muy elevado frente a las necesidades de las microempresas, que de-mandan principalmente créditos que no exceden los US$650, según la experiencia de cooperativas e insti-tuciones microfinancieras.

En un encuentro celebrado en agosto de 2014, el sector microfinanciero en Guatemala concluyó que los principales retos y debilidades del sector son: la ausencia de buena gobernanza, un buen análisis de crédito y un Buró de Crédito, crecimiento desordenado, deficiente manejo de riesgos; falta de innovación y disposición al cambio, fragmentación del sector, ausencia de una gremial, un entorno de negocios inseguro y falta de actualización de sistemas.

Pero el mayor riesgo, sentencian los expertos de Asies, es el sobreendeudamiento…

ASIES

Artículos Relacionados

©2018 ASIES Todos los derechos reservados. Realizado por Garber 2018