Los problemas que enfrenta el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) y los desafíos que estos le suponen, han originado, por un lado, la corriente por buscar un nuevo modelo de seguridad social que garantice efectividad, y por otro, la búsqueda por el saneamiento de la entidad.

Ayer, Siglo.21 publicó un reportaje donde se dan a conocer los males que corroen a la entidad, entre los que sobresalen la mala atención, desabastecimiento de medicinas, infraestructura insuficiente, además de actos de corrupción en las que se han visto involucradas altas autoridades del Instituto.

Para resolver los problemas, el movimiento Desmonopolicemos el IGSS (DI) propone que, contrario a lo que sucede actualmente, no sea solo el Instituto el que tenga la potestad de aplicar el régimen de seguridad social, como lo establece la Constitución Política de la República de Guatemala, sino también lo hagan proveedores de servicios de salud privados.

“Lo que pretendemos es que la cuota actual (que aportan los afiliados) ya no se distribuya de la forma en que se hace hasta ahora (entre IVS, EMA, Intecap e Irtra), sino por el contrario, se obligue al trabajador a invertir un 10% en un sistema de administradoras privadas, para que haga las veces de la protección relativa a invalidez, vejez y sobrevivencia, como un tipo de ahorro. También que adquiera un seguro médico y de vida donde mejor le convenga”, explicó Alfonso Abril, vocero de DI.

“En definitiva, no buscamos privatizar el seguro social, solo darle al trabajador la libertad de elegir con cuáles proveedores administrarlo”, agrega.

Con otras intenciones

Al respecto, las autoridades del IGSS ven en esa propuesta “una tendencia muy fuerte a buscar un nuevo modelo de seguridad social, pero con intención de privatizarlo, en detrimento del modelo solidario”.

Coincide con ello el representante de la Universidad de San Carlos (Usac) ante la Junta Directiva del IGSS, Edgar Balsells, quien señala que “pareciera que la crisis del Instituto es una excusa oportuna” para plantear ideas que más bien suponen una amenaza al modelo del Seguro Social.

“Lo que se debe hacer es fortalecer el modelo público estatal”, subraya el delegado de la Usac, adhiriéndose al segundo de los bandos, el que apuesta por el saneamiento de la entidad.

“El IGSS vive en crisis, pero muchas veces, de la palabra crisis surgen ideas de privatizar el Instituto, desmonopolizarlo, dejar que las personas contraten el servicio por su cuenta y no estar atados al régimen del IGSS; sin embargo el objetivo no debe ser este, sino rescatar la institución”, refiere Luis Linares, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes).

Como parte de este debate, el Congreso de la República iniciará en julio próximo una serie de audiencias públicas para discutir ideas desde la sociedad civil, para la reforma sustancial e integral de los diversos sistemas de Previsión y Seguridad Social.