La Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa) presentó los resultados del estudio Brechas del Talento 2016, en el cual resalta que los egresados de administrador de empresas e ingeniería industrial son los ejecutivos más requeridos por las empresas, pero también los más difíciles de encontrar.

Así lo informó Rocío Bonilla, investigadora del Consejo Privado de Competitividad, a cargo del estudio efectuado a 160 empresas guatemaltecas, en su mayoría grandes y con más de 29 años de operar en el país.

La investigadora explicó que los tres departamentos más grandes en las empresas analizadas son ventas, operaciones, administración y producción y en las áreas donde mayor dificultad tienen para llenar las plazas son ventas, operaciones y producción.

Fundesa recomendó en 2015 a las universidades capacitar en aspectos como administración, finanzas, comunicación y atención al cliente, mientras que este año la sugerencia varió en algunas áreas en donde comunicación registró el cambio más drástico. “Puede haber distintas razones, el 50% de las empresas que participaron el año pasado volvieron a participar este año y también hay un grupo de empresas nuevas. Puede que nuestra muestra tenga que incrementarse un poco para poder validar los resultados de los dos años”, explicó Bonilla.

Agregó que también “puede que haya una modificación de mercado donde un departamento de comunicación ya tenga suficientes estudiantes con esas competencias y ya no se les dificulte encontrar a ese tipo de empleados”.

Dentro de las certificaciones que podrían mejorar la  eficiencia de los trabajadores, los empresarios encuestados afirmaron que corresponde a ISO, SAP, Microsoft Office, Lean Six Sigma, tanto en la pregunta de las más necesarias, como en la que más se les dificulta reclutar.

Los desafíos

El exministro de Trabajo y analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), Luis Linares, opinó que este estudio le plantea al sistema educativo, tanto de secundaria como universitario y extraescolar, el reto de educar en función de las demandas del mercado laboral.

“El sistema educativo debe estar atento a lo que demanda el mercado en el futuro más o menos inmediato, para ofrecer carreras (de cualquier tipo y duración) que satisfagan esa demanda”, señaló.

Agregó que otros desafíos son la orientación vocacional para conciliar las preferencias y aptitudes de los jóvenes, con las expectativas laborales.

Ricardo Mancilla, presidente del Consejo Privado de Competitividad, resaltó que “las competencias que las personas estudiaban hace diez años ya son poco relevantes. Los niños que estudian hoy la primaria, probablemente aprenderán programas que ahora se quedan desfasados”.

Los contratados

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