Entre 2002 y 2017, la cantidad de empleos generados no ha sido suficiente para satisfacer la oferta de trabajo de los jóvenes guatemaltecos, de acuerdo con un estudio elaborado por ASIES.

El estudio “El empleo de los jóvenes en Guatemala: 2002-2017” se desarrolló con el objetivo de  determinar la evolución (positiva o no) que ha tenido en Guatemala el empleo de los jóvenes, particularmente el trabajo asalariado o en relación de dependencia, así como determinar si los trabajadores jóvenes –entre 15 y 29 años– se encuentran en una situación más favorable o desfavorable con relación al conjunto de la población ocupada y los asalariados.

Julio Prado, autor del estudio, señaló que en esos 15 años se observa una fuerte degradación de la calidad del empleo y el salario. En el 2017, cuatro de cada cinco jóvenes asalariados tenían ingresos iguales o menores al salario mínimo, refirió.

Otro hallazgo es que en 2002, los jóvenes representaban casi la mitad de afiliados a la seguridad social, pero en 2017 se redujo en 12 puntos porcentuales, lo que evidencia la precariedad laboral para los asalariados jóvenes.

En el período estudiado se observa una disminución de la proporción de ocupados jóvenes en las actividades de agricultura, manufactura y servicios comunales y personales, mientras se incrementan en las actividades de servicios financieros, comercio y otros.

ASIES

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