A diferencia de los Gobiernos del Partido de Avanzada Nacional (PAN) y del Frente Republicano Guatemalteco (FRG) que lograron mantener en el Congreso, bloques parlamentarios graníticamente unidos, por al menos tres años, el Partido Patriota (PP) se retirará del poder con una bancada débil y minoritaria.

De los 58 diputados oficialistas que fueron juramentados el 14 de enero de 2012 hoy quedan 33. La mayoría de los 25 que decidieron retirarse tocaron la puerta de Libertad Democrática Renovada (Lider) y esperan reelegirse.

Con la bancada de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) la situación fue más drástica. Entre la primera y segunda vuelta, este partido político perdió 40 de los 48 legisladores electos y de estos un buen número también pasó a engrosar las filas de Lider. “El 14 de enero solo éramos siete”, recordó Carlos Barreda, diputado de la UNE. Hoy esa bancada está integrada por 22 congresistas.

Con estos movimientos que se repitieron en los siguientes años, Lider ha conseguido 56 diputados, más el respaldo de otros seis que no renuncian de manera oficial a sus bloques parlamentarios por no perder privilegios o prebendas.

Cambian las causas

José Carlos Sanabria, experto en temas políticos de Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), opinó que en la legislatura actual se agudizó el fenómeno del transfuguismo. “Era una práctica frecuente pero ahora tiene como propósito buscar la reelección. Quieren estar en el partido donde crece la intención de voto”, señaló.

“En otras ocasiones les motivaba obtener recursos públicos para financiar obras, el acceso a los ministros y a los fondos de los programas sociales”, indicó.

Sin tratar de justificar esta práctica, que debilita a los  partidos políticos, Sanabria señaló que en algunos casos el transfuguismo es la única forma de continuar una carrera política. “Es algo histórico y cíclico, no pueden seguir en un partido desgastado o que va a desaparecer”, indicó.

Christians Castillo, analista sociopolítico del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Ipnusac), explicó que hasta ahora, eran tres las causas por las cuales un diputado migraba del partido político que lo había postulado a uno diferente. “Se iban por las obras, los privilegios o la reelección. Pero, Baldizón alteró esa dinámica”, explicó. La cambió por una estrategia y de control que le permitió medir fuerzas con el Partido Patriota, dijo.

 “En otras ocasiones les motivaba obtener recursos públicos para financiar obras”.

José C. Sanabria, analista.

“El 14 de enero solo éramos siete (de las 48 curules ganadas)”.

Carlos Barreda, diputado.