Fecha:  6/Jun/2014   Periódico: Siglo XXI   Sección: Pulso Económico   Pagina: 10

Luego de una serie de rumores que advertían sobre su salida, ayer el presidente Otto Pérez Molina reconoció que la ministra de Finanzas, María Castro, le planteó la posibilidad de renunciar. Según el mandatario, un organismo internacional estaría pujando por llevársela, aunque aclara que no hay nada escrito.

Sin ofrecer mayores detalles, en cuanto al ente que busca los servicios de Castro, Pérez se limita a decir: “Ella lo platicó conmigo; no seremos un obstáculo para su desarrollo profesional. Aún no está confirmado, así que todavía hay unos días. Cuando se tenga la confirmación de que asume el puesto, en los primeros días de la próxima semana se estará anunciando”.

Castro tampoco ayuda a esclarecer su situación. En el marco de una reunión gubernamental y las personas que demandan una indemnización por el caso Chixoy, la funcionaria fue abordada, pero prefirió ignorar las preguntas.

Quienes sí hablan son algunos empresarios y expertos. En términos generales, las críticas contra la gestión de Castro son casi unánimes. Principalmente, se le achaca el “colapso” financiero, “los niveles complicados” de endeudamiento y el fracaso de la llamada reforma fiscal.

“En primer lugar, hay un contexto difícil para las finanzas públicas, por los cuestionamientos en la contratación de más deuda”, refiere Carlos Martínez, analista del programa económico de la Usac.

Variedad de tonos
Reny Bake, analista financiera, es más punzante y la responsabiliza de promover la reforma fiscal que causó un desastre en las finanzas. “Debería haber una denuncia penal”, opina.
Pedro Prado, experto de la Asíes, también cree que la reforma no logró lo esperado. Ahora, dice, “se tiene que mejorar el gasto, implementar un presupuesto por resultados y trabajar en la transparencia”.

Por el lado empresarial también hay pronunciamientos. “El tema de las finanzas públicas es complicado; existen dificultades para alcanzar las metas de recaudación y, por lo mismo, es importante que las finanzas funcionen de una forma adecuada. Este será un reto para quien asuma”, expresa Herman Girón, presidente de la cúpula empresarial.

Carolina Castellanos, directora de Amcham, aborda el tema desde dos ángulos: lo negativo de cambiar ministros, pues se arranca de cero, y el “momento complicado” en que se
encuentran las finanzas.

De acuerdo con Javier Zepeda, director ejecutivo de la Cámara de Industria, lo ve así: “Desde hace tiempo venimos diciendo que el nivel de endeudamiento está llegando a niveles complicados. Más allá de buscar nueva deuda, se debería caminar hacia una ejecución más transparente, priorizar el gasto y tener claridad en el presupuesto 2015”.

Pide a los funcionarios ser más sensatos y aprender de los errores.

Así lo dijo

  • “El BID y el BM hacen bien en frenar los préstamos, pues esto se salió de control. Es imposible manejarlo ya. La verdadera razón de la salida pudiera ser, precisamente, la gran responsabilidad de las finanzas públicas”.— Carolina Castellanos, directora de Amcham

  • “Para un político es llamativo estar frente a un Ministerio; no es que vaya a cambiar a menos que le dieran la presidencia del BID o del BM. Para ellos representa un buen prestigio estar en un puesto político”.— Carlos Martínez, analista de Ipnusac

  • “No convienen tantos movimientos en la cartera más importante del Ejecutivo, ya que es allí donde se manejan los recursos del Estado. La coyuntura de las finanzas se muestra en un estado crítico”.— Pedro Prado, analista de Asíes

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