"Sanear la y romper las estructuras en la SAT es difícil"

Aunque algunos la calificaron “deficiente”, otros la consideran “aceptable” porque evalúan el corto tiempo, y ponderan su liderazgo y acciones luego de la tragedia ocurrida en El Cambray II. También se valora la estabilidad política y confianza generada en la población, luego de la corrupción de la administración del Partido Patriota (PP).

La baja calificación fue común en dos aspectos: no haber dado prioridad al fortalecimiento y reestructuración de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), y el nulo impulso en el Congreso de la República para proponer reformas, por ejemplo, a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, Ley de Servicio Civil y Ley de Probidad.

“La llegada de Maldonado al poder le dio cierto sosiego al sistema político”, opinó Edgar Gutiérrez, director del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Ipnusac).

Sin embargo, indica qué la sociedad tenía la expectativa que promovería varias reformas, “pero más bien ha sido una administración de la crisis, sobre todo en el sistema de salud, y en la caja fiscal”.

Los cambios de personas que ocurrieron, en opinión de Juan Carlos Zapata, director de la Fundación para el Desarrollo (Fundesa), no eran los que el país necesitaba. “Es un gobierno que prefiere no tomar decisiones que afecten al país; realmente solo está terminando una gestión”, afirmó

Igual opinión tiene Nery Rodenas, de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (Odhag), quien afirma que se dedicó a “mantener el barco a flote”, pero se esperaba más de él, porque no impulsó cambios profundos, especialmente en temas de corrupción y transparencia”.

SAT Y REFORMAS
“El tema que había que atajar de entrada era el de la SAT, para buscar recuperar de inmediato la recaudación tributaria. No lo hizo, dejó que la institución flotara y que mantuviera la tendencia al deterioro”, afirmó Gutiérrez.

José Carlos Sanabria, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), considera que sanear la y romper las estructuras en la SAT es difícil, “porque están arraigadas en el sistema”.

El politólogo no considera reprochable no haber promovido reformas legales al decir “no es justo adjudicarle el hecho de que no se hayan reformado algunas leyes en su período, principalmente, porque estas dependen del Congreso”.

Una calificación favorable la dio Jorge de León Duque, procurador de los Derechos Humanos: “Es un gobierno con mucha austeridad y mucha sensatez; mucho más de eso no se podía hacer”.

SALUD
Andrea Morales, politóloga de la Universidad Rafael Landívar (URL), indicó que el presidente “dejó que llegara la crisis hospitalaria hasta lo que vivimos ahora”, debido a su ocupación en el proceso electoral, la transición, y, agregado a ello, el poco diálogo con los diputados para tratar estos temas en el Pleno.

“Faltó la evaluación en temas básicos”, pese a que Maldonado, en sus discursos, mostró su intención por “transparentar y hacer las gestiones más claras”, recordó.

El PDH señaló que Maldonado se preocupó porque no faltara dinero en los hospitales, pero no impulsó la Ley de Fomento de Empleo en el Congreso.

POSITIVO
Sanabria opinó que “logró sobrellevar algunas de las crisis”, mientras Javier Zepeda, presidente de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG), resaltó el proceso de transición y la contención del gasto.

César Vásquez, de la Alianza Evangélica de Guatemala, resaltó que “se logró un período de transición, donde el nuevo presidente tendrá la oportunidad de empezar sin ataduras, compromisos y temores”.