POR MANUEL RODRÍGUEZ
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Expertos en política acusan al presidente Otto Pérez Molina de manejar un doble discurso luego de recientes declaraciones en la que pidió la no intervención extranjera sobre temas nacionales, porque por un lado se acepta la cooperación extranjera y por otro, el Gobierno avala intromisiones del crimen organizado y otros grupos en varios temas que amenazan la soberanía y el Estado de Derecho en Guatemala.

El pasado fin de semana, en su intervención durante la VII Cumbre de las Américas, realizada este año en la ciudad de Panamá, Otto Pérez dijo que destacó la importancia de la cooperación internacional en Guatemala, pero advirtió al mismo tiempo que ésta no debe interferir en la toma de decisiones ni el Estado de Derecho del país.

“No podemos fortalecer nuestras instituciones sometiéndolas a voluntad de terceros”, puntualizó el gobernante guatemalteco en parte de su discurso en la cita continental a la que acudieron 35 jefes de Estado y donde además participó el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Cabe mencionar que las declaraciones de Otto Pérez Molina se dan en un momento en el cual el Gobierno analiza solicitar o no una nueva prórroga al mandato de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala –CICIG–, órgano de las Naciones Unidas que tiene la tarea de combatir y desarticular los grupos paralelos de poder, pero cuya estadía en el país finaliza en septiembre próximo.

Al respecto, Renzo Rosal, politólogo de la Universidad Rafael Landívar, opinó el reciente pronunciamiento del Presidente sobre la soberanía del país aparte de “torpe e innecesario”, es contraproducente y se podría tomar incluso como un discurso “de doble moral”, ya que por un lado, se acepta la cooperación internacional en varios temas y por el otro, el Gobierno avala intromisiones del crimen organizado y otros grupos paralelos en las elecciones de jueces y magistrados y el financiamiento  de campañas políticas, por citar algunos ejemplos.

Por su parte, el director del Instituto de Investigaciones Políticas y Sociales de la Universidad de San Carlos, Luis Mack, expresó que es obvio que Otto Pérez se está refiriendo a la presión internacional, principalmente de Estados Unidos, para ampliar el mandato de la CICIG y por lo tanto, en lo que menos está pensando el funcionario es en el Estado de Derecho y el principio de no intervención que pregonó en la Cumbre de Panamá.

“Es obvio que se refiere a la continuidad de la CICIG porque es la temática que lo ha estado preocupando en las últimas semanas. Las presiones que tiene para que no continúe la CICIG se reflejan en sus declaraciones”, afirmó el investigador de la Usac.

“Además es un discurso de doble moral porque por un lado se acepta cooperación en otros temas, pero en el de la CICIG se está mostrando resistencia a recibir colaboración. Es decir, el Presidente acepta lo que le conviene y lo que no, no”, puntualizó Renzo Rosal”.