El último informe divulgado por la Fundación Konrad Adenauer, sobre el Índice de Desarrollo Democrático, ubica a Guatemala con la puntuación más baja obtenida por cualquier país desde 2002, cuando se realizó la primera medición.
El documento, que estudia a 18 países latinoamericanos y evalúa cuatro dimensiones relacionadas con el desarrollo democrático de cada nación, da cuenta del retroceso del país, en cuanto a democracia se refiere. Guatemala está dentro de una lista de cinco naciones (Nicaragua, Venezuela, Honduras y República Dominicana), que calificaron con el mínimo de desarrollo democrático.
Según el informe, el país presentó “un fuerte retroceso” en el desarrollo democrático, debido a los malos resultados obtenidos, principalmente en la democracia económica. Este indicador pondera la capacidad del sistema democrático para generar políticas que aseguren eficiencia económica, y evalúa aspectos como el índice de competitividad, la brecha de ingresos y egresos, el Producto Interno Bruto per cápita y el endeudamiento, entre otros.
En la democracia económica, Guatemala obtuvo una calificación de -1,767 mientras que Chile, que se ubica en el primer puesto en esa sección, punteó con 1,725.
El estudio presentado recientemente, se realizó con base en los datos obtenidos durante el año 2013, por lo que aspectos como el incremento de la deuda de 2014 o la diferencia entre la recaudación real y las metas establecidas ese año, no se incluyen.
“Democracia de los ciudadanos”
La democracia ciudadana midió los índices de derechos políticos y libertades civiles, así como el género en el Gobierno y condicionamiento de las libertades y derechos por hechos de inseguridad, entre otros.
Guatemala obtuvo una ponderación de 1,985 y se ubicó en la última posición, mientras que Uruguay, que se ubicó en la primera casilla, alcanzó los 8,000.
“Democracia de las instituciones”
La democracia en las instituciones mide la calidad institucional y la eficiencia del sistema político, e incluye la evaluación del índice de percepción de la corrupción elaborado por Transparencia Internacional, la elección de jueces de las Cortes, la actuación del Procurador de los Derechos Humanos y de las entidades de fiscalización, así como las condiciones de libertad de prensa y acceso a la información pública, entre otros.
El estudio señala que la caída respecto al anterior informe se debe en buena medida a los retrocesos en cuanto a la percepción de corrupción. Hugo Novales, experto de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), opina en el documento sobre el incremento en los casos de violaciones a la libertad de expresión, entre ellas las demandas judiciales emprendidas en contra del presidente de elPeriódico, Jose Rubén Zamora.
En este referente, el país alcanzó el sexto lugar, con una puntuación de 3,834 frente a los 9,593 que obtuvo Uruguay, que se ubica en la primera posición.
La conformación de las cortes de justicia que se dio el año pasado, no quedó registrada en este informe. Sin embargo, los analistas señalan que el próximo índice podría registrar una nueva baja en la ponderación de este ítem, debido a las críticas y señalamientos que se dieron alrededor del proceso.

“Democracia social y humana”
La capacidad del sistema democrático para generar políticas que aseguren bienestar y desarrollo humano incluyó la medición del desempeño en salud y educación de cada país, el desempleo urbano y el porcentaje de población bajo la línea de pobreza.
El índice señala que este aspecto “ha empeorado fuertemente”, y agrega que Guatemala “tiene mucho camino por recorrer hasta lograr valores similares al promedio de la región”.
En democracia social y humana, Guatemala obtuvo un -2,239, alcanzando la posición 16 frente a los 2,650 obtenidos por Argentina, que se ubica en la primera casilla.
El último año no fue el mejor para el país en cuanto a mediciones internacionales, pues en el ‘Índice de Estados Fallidos’ Guatemala bajó cuatro puestos, en el de ‘Libertad Económica’, presentado a finales de enero 2015, también descendió cuatro posiciones, y según Amnistía Internacional “retrocedió hacia la impunidad”.

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