La lectura en la vida del niño es la habilidad de desarrollo más importante para su realización como persona y su relacionamiento en sociedad. El potencial formativo de la lectura va más allá del éxito del aprendizaje; la lectura proporciona y desarrolla el sentido estético, actúa sobre la formación de la personalidad, propicia la cultura, forma e influye en su amálisis crítico, crea el hábito de la concentración y reflexión, despierta intereses, entretiene, divierte y con una adecuada selección proporciona los elementos de la redacción, fomenta y fortalece valores.