COVID-19 y su impacto en el empleo formal [1]

El mercado laboral de Guatemala se ha caracterizado por su alto grado de informalidad que no ha variado desde hace años. Utilizando los datos de la ENEI y de los afiliados al IGSS, se puede estimar que, en 2019, solamente el 19.5 %[2] de la población ocupada laboraba en la formalidad.

Gráfica 1. Tasa de formalidad (afiliados al IGSS respecto a los ocupados)

Fuente: elaboración propia con información de OIT (2020) basada en datos del INE y el IGSS (2020).

En la gráfica 2 se ilustra cómo en los últimos 10 años Guatemala ha tenido un desafío muy fuerte en la generación de empleos formales. Del 2010 al 2019 Guatemala generó alrededor de 27,070 empleos formales anuales en promedio, incluso mostrando una desaceleración en la generación de empleos en los últimos años. Esta cantidad por sí sola no es suficiente para cubrir la demanda laboral, considerando la cantidad de personas que se suman a la PEA cada año, que la mayoría se suma de manera informal. Otro aspecto a notar es el importante peso que tiene el sector público en el empleo formal, de los empleos que se generaron en 2019, 71 % se generaron en el sector privado y 21 % en el sector público.

Gráfica 2. Afiliados al IGSS por sector, 2010-2019

Fuente: elaboración propia con información del IGSS (2020).

Nota: hasta el año 2017 se incluían a los trabajadores de las entidades descentralizadas, autónomas, gobiernos locales y empresas públicas financieras y no financieras dentro de los patrones particulares.

¿Qué pasó en el 2020?

Al igual que otros elementos, el empleo formal fue fuertemente golpeado por la pandemia. En promedio, se estiman 1,289,881 afiliados en 2020. En comparación con 2019, se perdieron 60,939 empleos y se dejaron de generar 17,400 previstos; en promedio, 2020 se ubicó al nivel de empleos formales que se tenía en 2015, 5 años atrás. No obstante, así como la pérdida de empleos fue excepcional, dejando un serio deterioro en 2020, la recuperación de estos también lo fue, aunque en menor medida, en los últimos meses del año, dejando mejores perspectivas para 2021, tal como se ilustra más adelante.

La recuperación del empleo perdido y la generación de nuevos puestos de trabajo formales serán un desafío muy fuerte en los próximos años, especialmente para las 200 mil personas que ininterrumpidamente se suman a la población económicamente activa (PEA) cada año. La alta dificultad que tiene la economía para generar empleo formal en años anteriores y la crisis que aún persiste en algunos sectores económicos serán obstáculos para esta recuperación. La pérdida de empleo formal repercute negativamente en la calidad del empleo de los trabajadores, sus derechos laborales, la productividad, la tributación, entre otros.

Fuente: elaboración propia con información del IGSS (2020).

Haciendo un análisis por mes, en 2020, los efectos negativos en el empleo empezaron a verse a partir de febrero, pero fueron más evidentes en los meses siguientes. Únicamente en abril se perdieron 54,227 empleos, comportamiento que continuó en menor medida en mayo y junio. La recuperación de empleos empezó a verse hasta el mes de julio, en algunos sectores , especialmente los relacionados a la administración pública, el comercio y el de industrias manufactureras. Estos dos últimos mostraron crecimientos acelerados después del mes de julio y ayudaron a compensar aquellos otros sectores que continuaban deprimidos.

Un aspecto positivo es que, al cierre de diciembre, se habían recuperado alrededor de 116 mil empleos respecto al mes de junio y la variación respecto a 2019 era del -3 %, un mejor indicador en comparación con los meses anteriores. A pesar de eso, esta recuperación no fue suficiente para llegar a los niveles previos a la pandemia.

Gráfica 3. Afiliados al IGSS y variación interanual, 2019-2020

Fuente: elaboración propia con información del IGSS (2020).

Sorpresivamente, la caída del empleo no se tradujo en una caída de los salarios medios[3], incluso mostrando un incremento salarial similar al de 2019.

Gráfica 4. Salario medio mensual y crecimiento anual, 2010-2020

Fuente: elaboración propia con información del IGSS (2020).

Las actividades con mayor peso en el empleo formal en 2020 fueron las actividades relacionadas a la administración pública, industrias manufactureras y comercio.

Tabla 1. Afiliados por actividad económica en 2020

Actividad Afiliados Peso
A Pesca 2773 0.2 %
B Agricultura, ganadería, caza y silvicultura 90977 7.1 %
C Otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales 131223 10.2 %
D Hoteles y restaurantes 30985 2.4 %
E Construcción 17971 1.4 %
F Intermediación financiera 64062 5.0 %
G Servicios sociales y de salud 17628 1.4 %
H Organizaciones y órganos extraterritoriales 1132 0.1 %
I Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler 150744 11.7 %
J Explotación de minas y canteras 2687 0.2 %
K Actividades de hogares privados como empleadores y actividades no diferenciadas de hogares privados como productores 584 0.0 %
L Transporte, almacenamiento y comunicaciones 50103 3.9 %
M Comercio 176162 13.7 %
N Enseñanza 44563 3.5 %
O Suministro de electricidad, gas y agua 11204 0.9 %
P Industrias manufactureras 176499 13.7 %
Q Administración pública y defensa; planes de seguridad social de afiliación obligatoria 320584 24.9 %

 

Fuente: elaboración propia con información del IGSS (2020).

Entre enero y diciembre de 2020, la pérdida de empleo fue más evidente en algunas actividades económicas. Las actividades de pesca[4], agricultura, servicios, y la de hoteles y restaurantes registraron más de 11,000 empleos perdidos en ese intervalo. Por el contrario, las actividades relacionadas a la administración pública y la industria manufacturera generaron más de 11,000 empleos cada una.

Gráfica 5. Variación en el número de afiliados entre enero y diciembre de 2020

Fuente: elaboración propia con información del IGSS (2020).

A nivel departamental, la mayoría de departamentos vieron una reducción en el empleo formal; únicamente seis departamentos lograron incrementar en cierta cantidad su empleo respecto a 2019, destacándose el caso de Retalhuleu con un incremento de 2,119 empleos.

Los departamentos de Sacatepéquez[5], Quetzaltenango y El Progreso fueron los más afectados en pérdida de empleo formal, con variaciones respecto a 2019 de -9.4 %, -8.4 % y -8.4 % respectivamente. En cantidades absolutas, a Guatemala le corresponde el 77% de la disminución del empleo formal registrado en 2020.

Gráfica 6. Variación del número de afiliados en 2020 respecto a 2019

Fuente: elaboración propia con información del IGSS (2020).

La pérdida de empleo formal en 2020 fue significativa, desafiando al sector productivo guatemalteco que ya de por sí tenía dificultad en la generación de empleo formal. La generación de nuevos empleos y la recuperación de los perdidos debe ser parte de la agenda de recuperación en un corto y mediano plazo. La atención de los sectores que continúan deprimidos y la búsqueda de proyectos de inversión que generen empleos formales debe ser prioridad del gobierno en el contexto de la reactivación económica.

Bibliografía

Instituto Guatemalteco de Seguridad Social. (2020). Boletín Estadístico de Afiliación 2019. Guatemala.

Instituto Guatemalteco de Seguridad Social. (2020). Número de afiliados cotizantes y masa salarial, enero-diciembre 2020.

Instituto Nacional de Estadística. (2019). Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos ENEI 2-2019. Guatemala: INE.

Ministerio de Economía. (2020). Informe Económico Semanal. Guatemala

Organización Internacional del Trabajo. (2020). Diagnóstico sobre la economía informal. Énfasis en el sector comercio de los países del norte de Centroamérica: El Salvador, Honduras y Guatemala. OIT.


[1] El presente análisis contempla la formalidad laboral como aquellos que cotizan al seguro social. Se utilizan las bases oficializadas hasta 2019 y en 2020 aquellas sujetas a modificaciones que presentó el IGSS mes a mes en 2020 y fueron presentadas en los informes económicos del MINECO (2020).

[2] Utilizando los parámetros del INE (2019), los empleos formales constituían el 34.7 %, de los ocupados, no obstante, la metodología que utilizan contempla a las unidades económicas y no la relación laboral en materia de informalidad.

[3] El empleo formal está sujeto a sistemas de protección laboral que pudieron haber impedido la reducción de los salarios. Por otro lado, no se descarta que lo contrario haya sucedido en aquellos empleos que se trasladaron o están en el sector informal, en donde los sistemas de protección laboral son más difíciles de implementar.

[4] Respecto a esta actividad hay que verificar si se debe a un cambio de registro o a una pérdida de empleo.

[5] Mucho del empleo en Sacatepéquez está ligado al sector turismo, el cual fue fuertemente afectado durante la pandemia.

*Por Francisco Fabián Juárez Padilla,  Departamento de Investigación y Consultoría Económica, ASIES 

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