Revista Crónica Sección: Portada Página: 22 y 23

Campaña electoral alterada, DISCURSO CAMBIANTE

Politiquería, puede pensarse. La mayoría de candidatos han tenido que cambiar su discurso, pues ahora casi todos se manifiestan contra la corrupción en sus mensajes publicitarios y discursos de tarima. La campaña electoral se mantiene entre el vaivén de la incertidumbre, mientras las encuestas dicen poco.

Ronald Mendoza / rmendoza@cronica.com.gt

La campaña electoral no escapa de los efectos del despertar de una ciudadanía que protesta enérgicamente en contra de la corrupción en el Gobierno y la llamada clase política. 

Hasta el momento, 13 partidos y candidatos presidenciales se encuentran en la contienda electoral, pero el movimiento ciudadano parece más bien debilitar la popularidad de los aspirantes, que fortalecer a alguno de ellos. El que priva, a tres meses de las elecciones, es el de la incertidumbre.

Según expertos, la cruzada –discursos y publicidad– contra los corruptos, que repentinamente han asumido los políticos, luce improvisada, técnicamente mal elaborada, y los mensajes dan la impresión de que no hubo estudio previo para determinar y definir el mejor mensaje, el que verdaderamente convenza a los electores, cuyo malestar va en aumento. 

Según las últimas encuestas que han trascendido, el nivel de indecisos ha subido a más del 33 por ciento –es decir, uno de cada tres guatemaltecos–, mientras que ninguna candidatura cobra fuerza, aunque algunas se mueven un poco al alza. Manuel Baldizón, candidato presidencial de Libertad Democrática Renovada (Líder), parece ser el más castigado en este momento, ya que su popularidad ha caído por primera vez desde que está en campaña, por debajo del 30 por ciento. 

La crisis política actual, que se caracteriza, entre otras cosas, por un rechazo generalizado a la clase política y a la corrupción, obligó a algunos aspirantes a la primera magistratura del país a dar un giro de 90 y 180 grados en sus discursos. 

En este contexto, aún está pendiente de conocerse si Alejandro Sinibaldi participará como candidato presidencial del Movimiento Reformador (MR). Trascendió que la decisión la podría tomar antes del próximo domingo.

De tal cuenta entramos en una campaña y propaganda electoral alterada de última hora y casi sacada de la manga. Pero cuidado con las palabras, porque a veces estas son como las hojas: cuando abundan, poco fruto hay entre ellas, dijo en algún momento el poeta inglés Alexander Pope.

Algunos casos

Así, en vallas se nos muestra a una Zury Ríos, candidata presidencial del partido Visión con Valores (VIVA), determinada a erradicar la corrupción, a cortar por lo sano ese lastre que tanto daño le ha hecho al país. ¿Afilamos el bisturí?, pregunta. Mientras su proposición principal es asegurar que los políticos corruptos son el cáncer de Guatemala. Sin embargo, anteriormente este posicionamiento explícito no existía en la discursividad de la ahora presidenciable de VIVA. Hasta poco antes de la crisis política que vive el país, una de las frases de su campaña era: ¡Mi compromiso es Guatemala! Pero eso era antes. Aunque este es, quizá, el cambio menos radical de los que han hecho varios aspirantes a la presidencia.

Roberto González, postulado al Gobierno central por el partido Compromiso, Renovación y Orden (Creo), ha modificado sus mensajes de campaña en al menos tres ocasiones: ¡Echemos punta! 2015, el año de la verdad y #CreodeCorazón, son las frases que ha utilizado desde que mostró su pretensión por la primera magistratura del país. 

Hoy nos muestra su enunciado de campaña: A mí también me rebalsó el vaso ver a mi país así. Una frase renovada tan pronto como cuajó la crisis desatada el pasado 16 de abril, luego que se conociera el vínculo de altos funcionarios de Gobierno con una red de defraudación aduanera enquistada en la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT).

Si bien esta consigna es acomodada en varios argumentos relacionados a la salud, educación, violencia, entre otros, el asunto central es el vínculo de estos males con la corrupción, lo que hoy el aspirante de Creo asegura desea combatir.

 

Los binomios presidenciales 

A un mes del cierre de inscripción de candidatos, 13 binomios han sido proclamados oficialmente para correr por la primera magistratura del país:

* Manuel Baldizón y Edgar Barquín, de Líder

* Zury Ríos y Juan Luis Mirón Aguilar, de VIVA

* Mario Estrada y Roberto Díaz-Durán, de UCN

* Juan Gutiérrez y Manuel Alfredo Marroquín, del PAN

* Luis Fernando Pérez y Rodolfo Dougherty, del PRI

* Lizardo Sosa y Mario García, del partido Todos

* Mario David García y Valentín Gramajo, del PP

* Sandra Torres y Mario Leal, de la UNE

* José Ángel López y Peter Lamport, de Encuentro por Guatemala (EG)

* Jimmy Morales y Jafeth Cabrera, del FCN Nación 

* Roberto González y Rodolfo Neutze, de CREO

* Otto Bernal y Mario Chu Catalán, de Corazón Nueva Nación (CNN)

* Alejandro Giammattei, del partido Fuerza, quien aún no cuenta con compañero de fórmula. 

Quienes aún no han definido a sus respectivos binomios presidenciales son: Movimiento Nueva República (MNR), Movimiento Reformador (MR), Winaq y URNG Maíz. 

Entre esto, también han tomado fuerza los posicionamientos entorno a la corrupción de Jimmy Morales, candidato del Frente de Convergencia Nacional (FCN). Ni corrupto, ni ladrón, nos dice predominantemente el político y comediante en su propaganda. A él se suma Juan Gutiérrez, presidenciable del Partido de Avanzada Nacional (PAN), quien le dio nuevos aires a su desprecio por la corrupción, e incluso, en plena crisis, convocó a una cruzada contra este mal.

Si bien algunos aspirantes le dan mayor o menor prioridad al tema de la corrupción en sus discursos y propaganda, está claro que ahora nadie quiere dejar fuera este asunto. Por ejemplo, Luis Fernando Pérez, candidato a la presidencia por el Partido Republicano Institucional (PRI), le da un apartado importante a la transparencia en su plan de Gobierno, según refiere publicaciones en su cuenta en Twitter.

Por aparte, Baldizón, de Líder, también tomó parte en el asunto, aunque no tan explícitamente. Tengo un plan de combate a la corrupción, dice en sus presentaciones públicas. 

Con todo, parece que la corrupción pasó a ser el caballito de batalla de la campaña electoral de varios presidenciables, algunos utilizando el asunto de manera oportunista y otros encontrando en él una oportunidad para sacar adelante su aspiración. Sucede que anterior a toda esta convulsión nacional, el empleo apuntaba a ser el tema de la campaña.

El problema es que muchos de los candidatos que ahora censuran la corrupción, han formado parte de administraciones corruptas o llevan en sus filas de candidatos –a diputados o alcaldes– a políticos que han sido señalados por su falta de transparencia o corrupción.

Improvisando

Así está la mayoría de organizaciones políticas en cuanto a su campaña y propaganda electoral, aseguran varios analistas consultados, quienes al referirse a los discursos de los políticos, no han encontrado otros calificativos que los de ambiguos, oportunistas, vacíos y abstractos. La casi totalidad de candidatos ya tenían preparada, más o menos, su estrategia publicitaria con miras al proceso electoral 2015, pero lo que pasó en los últimos meses los agarró desprevenidos, explica el decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Rafael Landívar (URL), Víctor Gálvez Borrell, quien añade que los políticos no han hecho más que adaptarse a este escenario alterado

Un ejemplo claro de lo anterior, es Roberto González, quien destaca meritoriamente por su cambio constante de eslóganes y esa búsqueda de adecuación a la coyuntura; otros, como Sandra Torres, lo han hecho en menor medida. En este sentido, Baldizón luce un poco recatado, pues quizá sea el presidenciable que tenía diseñada la mayor parte de su estrategia, lo cual no le ha servido para entrometerse en el tema que se puso de moda tras los sucesos de abril último. Por ello, el candidato de Líder no se ha colocado en la cresta de la ola del tema de la corrupción, como idea central en este proceso electoral, precisa Borrell.

Ahora se puso el tema de la corrupción en la agenda setting de los partidos políticos, esa es ahora la nueva tendencia, aunque en realidad el partido que se concentre en ese tema es porque no tiene nada más que ofrecer concretamente, dice al respecto la consultora política Jennifer Brol, quien califica esto como un oportunismo coyuntural y como un error, pues no se puede basar una campaña en un tema que debe estar implícitamente vinculado en todas las propuestas, por lo que no puede ser en sí mismo un tema de campaña, subraya.

Asimismo, José Carlos Sanabria, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), coincide con lo anterior. Indudablemente en este contexto y con una crisis de la magnitud que tenemos, los partidos no se han hecho de la vista gorda, así que han optado por asumir, contrario a lo que quizá hubiera sucedido si la tensión actual no hubiese existido: la corrupción y la impunidad como las principales fuentes para darle cuerpo a sus discursos y propaganda, dice el experto de la Asociación, quien no duda que una posibilidad es que esto se convierta en una toma oportunista de la problemática, con el único fin de ganar simpatía y aceptación del votante.

Así estamos frente a la campaña más vacía de los últimos tres procesos electorales. Hay una ausencia total de propuestas, donde todo este movimiento en contra de la corrupción, no hizo sino darles un mínimo de contenido a las campañas de los políticos en contienda. Vemos claramente cómo los partidos y los candidatos con alguna probabilidad de triunfo han modificado, excepto Baldizón, su estrategia de comunicación política hacia tratar de sumarse hacia esa ola de rechazo e indignación por la corrupción, apunta Crhistians Castillo, analista del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Ipnusac). 

A decir del consultado, la cautela del dirigente de Líder, en cuanto al uso de la lucha contra la corrupción, como un tema de campaña, se ha debido en parte al vínculo que se hace entre dicha organización y el partido oficial, por lo cual apoyar abiertamente esta temática le podría resultar en un rechazo.

Pero todo esto no debe extrañar, asegura el publicista Manolo Marroquín, quien ve este asunto únicamente como un efecto inmediato de la crisis actual, la cual ha contribuido a modificar las expectativas de la población y, por ende, los ofrecimientos que los partidos deben hacer para satisfacer dicha demanda.

La coyuntura sí influyó en un replanteamiento de la campaña y los mensajes de la propaganda electoral de los partidos políticos. Sucede que todas las categorías de mercado suelen tener ciertas expectativas importantes por las cuales el cliente tiende a preferir una u otra marca, y en este caso, en el tema electoral, que de alguna manera también es una categoría de mercado, indudablemente los acontecimientos últimos han llevado a replantear esas exigencias ciudadanas y, por ende, a reformular la oferta de los candidatos, expresa Marroquín.

Con todo, esta disposición a introducir asuntos de actualidad en el discurso, los mensajes y la oferta electoral son conocidos en el ámbito del estudio del contexto electoral y el voto como issue voting o voto temático, de tal cuenta que en una campaña los temas estrella serán unos u otros en función del contexto en el que se celebren las elecciones. …y, en general, puede haber muchos y muy diferentes asuntos polémicos que acaben influyendo coyunturalmente en el voto de los electores, explican Eva Anduiza y Agustín Bosch, en su libro Comportamiento político y electoral.

Así, parece que varios aspirantes a la primera magistratura del país han terminado asumiendo la lucha contra la corrupción, algo que los mercadólogos políticos llaman Promesa Principal de Venta (PPV), es decir, el planteamiento central al cual recurren los candidatos cada vez que se les presenta la oportunidad, de tal cuenta que todo asunto siempre se dirigirá y redirigirá a la PPV. Y aunque un elemento esencial de la PPV es que se convierte en un factor diferencial entre los postulados, para el caso actual de los actores políticos guatemaltecos, esto se ha convertido más bien en el punto común donde convergen buena parte de discursos, no habiendo entonces sino una campaña muy homogénea, producto de la improvisación generada por la necesidad de adaptar las promesas a las expectativas ciudadanas surgidas tras la crisis actual, subraya Rubén Hidalgo, del Instituto Centroamericano de Estudios Políticos (Incep).

Sin duda alguna, los aspirantes se reacomodan a la demanda de la población y tratan de ganar puntos poniéndose como facilitadores y vehículos para canalizar dichas necesidades; sin embargo, es muy perceptible que los ciudadanos no se están creyendo el cuento, especialmente en las áreas urbanas, y más aún en la metropolitana, puntualiza Hidalgo.

Con lo último coinciden el resto de consultados, entre ellos Brol, quien concluye: La población no se está creyendo el discurso actual de los políticos. Definitivamente ninguno de los mensajes actuales representa o significa algo contundente. La gente está molesta, pues cada vez presta menor atención a estas consignas; sin embargo, cada vez reacciona con mayor propiedad sobre las cosas que pasan en el país, mostrándose con más interés sobre esto.

Ellos sí, nosotros no

Sobre el asunto en cuestión, son pocos los partidos políticos y candidatos que aceptan haber replanteado su campaña a partir de la crisis surgida en abril pasado; sin embargo, unos a otros se señalan, cabalmente, de aprovechar la ocasión para adoptar una lucha contra la corrupción que en otro contexto no la hubiesen asumido. 

En honor a la verdad, efectivamente la coyuntura nos ha llevado a hacer unos pequeños ajustes, principalmente consideraciones respecto a la forma de llevar el mensaje, porque estamos conscientes de la indignación de la población, por ello es conveniente transmitir nuestros posicionamientos de una forma más aceptable, manifiesta Luis Fernando Pérez, presidenciable del PRI, quien niega que la propuesta igualmente haya sido modificada, asegurando que su plan de Gobierno es prácticamente el clamor de las personas que hablan de la reforma a la Ley Electoral, de las reformas a la Constitución, etc. 

Algunos, coyunturalmente, han adoptado la lucha contra la corrupción como su principal mensaje, pero solo basta con ver su actitud hace dos meses y uno puede darse cuenta de ese oportunismo, puntualiza el candidato del PRI.

Nosotros hemos hablado de la corrupción desde hace 6 años, dice Juan Gutiérrez, presidenciable del PAN, en tono de defensa. Hoy en día, con todo lo que ha ocurrido, vemos con preocupación que algunos candidatos toman este discurso de manera muy oportunista e improvisada. Por ejemplo, hay un aspirante que usa ratas en sus imágenes de campaña, cuando yo utilicé esa misma campaña anteriormente, concluye Gutiérrez

Por aparte, Sydney Shaw, secretario general adjunto de la Unión del Cambio Nacional (UCN), dijo que de momento mantienen sus propuestas son originales y que en ningún momento han pretendido abanderar con afán el tema de la lucha contra la corrupción en sus mensajes.

Nineth Montenegro, de Encuentro por Guatemala (EG), quien se ha identificado tradicionalmente por lidiar contra la corrupción y fomentar la transparencia, ha manifestado que sin duda alguna varios políticos han aprovechado la crisis para hacer suyo un discurso que en otros momentos no tomaronHay un oportunismo espantoso, en donde gente que jamás le interesó la lucha frontal contra la corrupción, hoy es un tema para ellos de moda, puntualiza Montenegro.

Jimmy Morales, del FCN, asegura que siguen fieles a su planteamiento inicial. Cero tolerancia a la corrupción era la frase que ya utilizábamos en septiembre del año pasado, así es que seguimos fieles a esos inicios. Solo hay dos partidos que han tomado el tema de la corrupción como parte esencial de su discurso desde hace tiempo: el PAN y el FCN. Nuestro historial en Facebook puede dar cuenta de esos posicionamientos que hacíamos con antelación a la crisis, refiere Morales

A pesar de lo anterior, son pocas las propuestas para abordar la corrupción y, en los casos en los que hay (PANFCNPRI) algún planteamiento, este se reduce a decálogos o propuestas un tanto abstractas. Se trató de obtener la postura de los candidatos de LíderUNECREO VIVA, pero no respondieron a los llamados hechos. 

 

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